Con sus al menos 125 especies de peces y abundantes
poblaciones de varias de ellas, el Iberá es un reconocido reservativo de peces
de la cuenca del Plata, contribuyendo significativamente a la diversidad
biológica del mundo y proporcionando un importante aporte económico a la
región. Se estima que constituye un sitio de refugio y posiblemente cría de
algunas especies de interés comercial del río Paraná que ingresan por el curso
del río Corriente, como el dorado (Salminus maxillosus), el sábalo (Prochilodus
lineatus) y la boga (Leporinus obtusidens), entre otros.
Existen al menos 40 especies de anfibios que habitan la
región, entre los que se destacan las ranas de los géneros Leptodactylus,
Physalaemus, Hyla, Scinax y Lysapsus. Estas dominan el humedal y, junto con
invertebrados como crustáceos y gasterópodos, son el alimento de muchas aves y
reptiles.
Unas 60 especies de reptiles pueblan el Iberá. Los más
característicos por su gran abundancia son el yacaré negro (Caiman yacare) y el
yacaré overo (Caiman latirostris). Ambas especies son los mayores predadores
del humedal. Estos son unos de los animales más favorecidos por la conservación
del área, mostrando una franca recuperación tras años de persecución por
cazadores comerciales. Las serpientes predadoras más importantes son la curiyú
o anaconda amarilla (Eunectes notaeus) y la ñacanina o culebra acuática
(Hidrodinastes gigas). La primera de ellas fue muy perseguida comercialmente en
el pasado, pero hoy encuentra en el Iberá un lugar para su conservación.
344 especies de aves recorren los cielos y suelos del Iberá.
Es común encontrar varias especies de aves cohabitando en el interior o en las
márgenes de los esteros: Chaja (Chauna torquata), bigua común (Phalacrocorax
olivaceus), bigua vibora (Anhinga anhinga), cigüeña (Ciconia maguari), hocó
colorado (Tigrisoma lineatum), garza mora (Ardea cocoi), garza blanca (Egretta
alba), chiflón (Syrigma sibilatrix), garza bruja (Nycticorax nycticorax),
pollonas (Gallinula chloropus), pato cutiri (Amazonetta brasiliensis), ypacaha
(Aramides ypecaha), jacana (Jacana jacana) y tero (Vanellus chilensis), entre
muchas otras.
Los ambientes del Iberá albergan poblaciones abundantes de
mamíferos, entre los que se encuentran los animales más carismáticos de
Corrientes, como el carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris), el aguará-guazú
(Chrysocyon brachyurus), el lobito de río o nutria verdadera (Lontra
longicaudis) y el ciervo de los pantanos (Blastoceros dichotomus). Además, los
pastizales de la región ofrecen uno de sus últimos hábitats a un animal en
serio riesgo de extinción, el venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus).
El Iberá también posee habitantes exclusivos... especies
endémicas que no existen en ningún otro lugar del planeta. Dos especies de
mojarras (Astyanax pynandi y Hyphessobrycon auca) nadan en las aguas de algunas
lagunas y canales naturales de la región, y plantas de las especies Oxipetalum
fontelae, Bernardia asplundii, Jatropa pedersenii, Portulaca meyeri, Picrosia
cabreriana, Elatine lorentziana crecen únicamente en los suelos del Iberá.
Información cortesía de CLT
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